Las drogas son objeto de percepciones sociales a menudo imaginarias que llevan, en ocasiones, a enfatizar riesgos improbables; en otras, a minimizar toda posible consecuencia adversa. El mapa mental que cada persona desarrolla hacia ellas influye considerablemente en las decisiones que toma.
Las expectativas que se depositan sobre una sustancia, el tabaco en este caso, condicionan en gran medida las decisiones que se adoptan al respecto. También en torno al tabaco subsisten diversos mitos y creencias irracionales que, desde un punto de vista preventivo, conviene cuestionar.
Como se ha repetido hasta la saciedad, la información no es suficiente, pero es necesaria para adoptar decisiones basadas en la evidencia y no en representaciones sociales más o menos imaginarias. En este caso, a través de un juego nos proponemos acompañar a chicas y chicos en el proceso de cuestionamiento crítico de sus percepciones sociales sobre las drogas.
Fumar con la intención de relajarse; beber alcohol para mostrar más encanto en las relaciones sociales; tomar psicofármacos porque me ha dejado el novio… Cuando no ha habido ocasión de desarrollar suficientemente determinadas competencias, las drogas, unas u otras, pueden ocupar con facilidad el lugar de estos déficits.
En línea con lo anterior encontramos constantes experiencias en las que es preciso tomar decisiones ante situaciones que están lejos de ser claras. A veces se actúa por impulsos. Proponemos un acercamiento más racional a estos procesos que contribuyan a la adopción de decisiones personales, autónomas, adecuadas a la situación ante la que toca posicionarse.
En coherencia con el desarrollo del empoderamiento personal que Unplugged promueve, las personas que desarrollan habilidades para la vida están menos sujetas al azar y son más competentes a la hora de definir sus propios itinerarios vitales. A ese proceso dedicamos esta sesión que, por otra parte, permitirá cerrar el recorrido educativo que propone este programa.